¿Comer por ansiedad?
Muchas veces al momento de acudir a una consulta de nutrición, descubres que el ya no consumir ciertos alimentos, para que tu plan nutricional funcione, te genera ansiedad. ¿Sorpresa? Es muy común descubrir que comer por ansiedad es parte de nuestros malos hábitos alimenticios y la mayoría de las veces están ligados con emociones, existen personas que tienen predilección por los alimentos dulces y otros por los salados, pero al final, el camino es el mismo, al consumirlos no tienes problemas, en ese momento, aunque después me genere una avalancha de culpa por consumirlos en grandes cantidades.
En estos casos de alimentación emocional, la persona en realidad no come por que tenga hambre, a veces incluso la percepción de necesitarlo tanto, se vuelve física, que hace que se liberen neurotransmisores como la dopamina al momento de consumirlos y esto nos genera sentirnos bien, pero en realidad no es el alimento, es la necesidad emocional de consumirlo, inmediatamente vamos a sentir una sensación de plenitud y bienestar, que hace que el auto saboteo en la mente venga acompañado de pensamientos cómo: que el plan nutricional no sirve porque te quedas con hambre, las porciones no son suficientes, no se puede vivir sin evitar ciertos grupos de alimentos, solo comerlo por hoy en grandes cantidades, no hará que pase nada mañana.
El problema de comer por ansiedad, es que la sensación de saciedad no va a llegar en solo un bocado, si no que la sensación de “hambre” persiste, lo que provoca comer de forma compulsiva, tal vez percatándonos o no que estamos ingiriendo grandes cantidades de energía, que no vamos a utilizar para correr medio maratón en ese instante, esto solo hace un círculo vicioso del cual nos va a costar trabajo salir. Y con, nos va a costar salir, me refiero a que, ¿Quién se divierte tomando sus problemas de frente?, la respuesta es nadie de primera instancia, o solo un rango muy pequeño de personas que les encanta la adrenalina al mil y los crucigramas difíciles.
Donde debe radicar tu poder para no comer por ansiedad, es en sentarte un día y tomar de frente la situación, visualizar cual es el problema y aceptar que las soluciones no se dan en 5 minutos, pero si comenzar por tener ideas para solucionarlo. Muchas veces se nos enseña que las emociones negativas no tienen alguna utilidad en nuestra vida, por lo que al callarlas, no expresarlas y suprimirlas, no se canalizan de forma adecuada y se vuelve en enojo, comer por ansiedad o depresión.
El hecho de pasar todo el día intentando reprimir las ganas de comer por ansiedad puede acabar ocasionando un efecto rebote. La necesidad de comer o tener “ hambre” de manera emocional normalmente aparece de manera repentina e intensa, en la cual realmente es difícil resistirse a ella, comemos de manera automática, no eres consciente del tiempo, ni cantidad, es sobre algún tipo de comida en concreto, no se siente saciedad, después de comer aparece el sentimiento de culpa, ¿te ha pasado?
Los tips que te puedo dar para no comer por ansiedad es buscar siempre ayuda de alguien, que mejor que un profesional, identificar tu mismo que la situación se está saliendo de control es un buen inicio, ir paso a paso resolviendo tus situaciones, hará que la ansiedad disminuya, toma en cuenta que lleva tiempo, deja de presionarte, tener algún tipo de actividad que te haga sentir bien y que no te genere culpas, beber agua durante el día puede hacer sentirnos satisfechos y no caer tan fácilmente, mantén la mente en ideas positivas.
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